Existen distintas opciones para solucionar este problema. La alternativa más conveniente dependerá de la rutina específica de cada casa.
Estos son algunos puntos a recordar para cualquier solución que se elija:

a- Córtele a su perro el acceso al lugar donde usted quiere evitar que ensucie, como por ejemplo, la casa.

b- Regule el ingreso de su perro condicionado a su necesidad de ensuciar, esto significa que su perro solo podrá entrar por un tiempo si ensució afuera, ya que no tendrá deseo de volver a ensuciar. En el caso en que no haya ensuciado afuera, no lo deje ingresar. Así, usted se asegura de que su perro no incorpore el mal hábito de ensuciar adentro.

c- Use la Caja de Traslado de su perro para regular los momentos en los que éste puede ensuciar: normalmente, los perros conciben a su Caja de Traslado como su cueva, por lo que evitarán ensuciarla. De esta manera, es conveniente que su perro permanezca allí por algunas horas, para que ensucie en el momento en que usted lo está paseando. La Caja de Traslado sirve entonces para que su perro contenga su deseo de ensuciar.

d- Coordine las comidas y el agua que ingiere su perro con los paseos, de manera tal de que tenga deseos de ensuciar en el momento en que sale a pasear. Esto ocurrirá después de su período de digestión.

Los perros pueden morder muebles u objetos por distintas razones: ansiedad, stress, aburrimiento o simplemente para asentar su dentadura. Hay que tener  presente que los perros pasan por una edad de dentición donde pueden acostumbrarse a morder cosas y crear un mal hábito. Para evitar esta costumbre es conveniente darle otro elemento para morder cuando se quede solo, como por ejemplo: un hueso de fémur, que le va a atraer mucho más que cualquier mueble.

Los perros ladran cuando se quedan solos por que algo no los satisface.  Para evitar esto, por un lado debemos satisfacer necesidades lógicas que tienen los perros (como paseos, juegos, alimentación, contacto con la gente, etc.) y por el otro, debemos darles algo que los distraiga mientras están solos, como por ejemplo: un hueso de fémur.

Los perros ladran cuando se quedan solos por que algo no los satisface.  Para evitar esto, por un lado debemos satisfacer necesidades lógicas que tienen los perros (como paseos, juegos, alimentación, contacto con la gente, etc.) y por el otro, debemos darles algo que los distraiga mientras están solos, como por ejemplo: un hueso de fémur.

Los perros pueden pelarse porque tienen conducta social, o bien, en el caso de perros que conviven juntos, no tienen establecida una jerarquía entre ellos, por lo que se pelean para encontrarla.